Las diferencias de todas clases entre los individuos son
objetivas y cambiantes con el tiempo; las edades; estados de salud; estatus
social y de cualquier otra índole. Forman una complejidad inmanente que se
eleva potencialmente cuando se generan entes sociales: INSTITUCIONES. Estas
personas morales, virtuales, se comportan en forma radicalmente autónoma a los
individuos aislados potenciando de nuevo la complejidad, originando CAOS, incluso en el sentido matemático
del término. En la esfera social:
“El hecho social no es la suma
de acciones individuales”
DISERTACIÓN DE GEORGE BATAY (1938)
Se genera un nivel de complejidad tal que se presenta el fenómeno
de emergencia, en el que las entidades
más grandes compuestas por entes pequeños presentan propiedades radicalmente
diferentes originadas por las interacciones
entre los entes más simples y pequeños.
La emergencia (Ref.
emergence) es de importancia central en las teorías de Niveles Integrativos,
y de Sistemas Complejos; aplica en Teoría de Sistemas, Filosofía, Ciencias, y Artes.
Por ejemplo, el fenómeno de la vida es estudiado en Biología como una propiedad
emergente de la Química y algunos fenómenos psicológicos “emergen” de la neurobiología
de los seres vivos.
Queda claro la objetividad
de la desigualdad, existe como tal, en forma compleja y real. Si no hay
igualdad ¿Por qué habría EQUIDAD? La igualdad de derechos y obligaciones resultaría
injusta, puesto que iría en contra de la supervivencia del más apto. La equidad
es una institución puesto que deriva de usos y costumbres, es el único
punto de partida en el que cualquier sociedad puede ser creada, puesto de de otro
modo la abierta lucha por la vida misma
de cada individuo seria matar o morir, haciendo imposible cualquier
elemento de unión, o cualquier posibilidad de avance en común.
El hecho es que la
equidad queda como meta aspiracional, en la realidad no puede haber equidad absoluta porque esta cancelaria el GRADIENTE o diferencia necesaria
para que las relaciones humanas se establezcan, los bienes y las ideas fluyan,
sin discusión no hay conclusión. La diferencia es necesaria para que la
energía, la materia e incluso las ideas fluyan. En Física el gradiente de
temperatura origina el calor; la diferencia de voltaje causa la corriente eléctrica,
si la concentración de una sustancia es la misma no hay intercambio de materia.
La equidad es indispensable como punto de partida, como estado de referencia y estándar.
Del mismo modo que establecemos temperaturas, voltajes y concentraciones de
referencia.
En lo social, para
y por la humanidad la EQUIDAD debería ser el estado estándar que permita el inicio
del desarrollo del prójimo y de las
instituciones y rija absolutamente las relaciones tanto entre los individuos
como en las naciones.
En palabras del papa
Francisco:
- “Techo, trabajo y tierra, son los derechos económicos fundamentales del hombre”
- “La inequidad genera tarde o
temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni
resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman
mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión
violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos.
Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países
pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden
encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y los
convierta en seres domesticados e inofensivos. Esto se vuelve todavía más
irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países —en sus
gobiernos, empresarios e instituciones— cualquiera que sea la ideología
política de los gobernantes”.
- “La crisis económico-social y el
consiguiente aumento de la pobreza tiene
sus causas en políticas inspiradas en formas de neoliberalismo que
consideran las ganancias y las leyes de
mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad de
las personas y de los pueblos”.[3]
- “Los derechos humanos se violan no solo por
el terrorismo, la represión, los asesinatos...
sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y
estructuras económicas injustas que originan las grandes desigualdades”.[5]
- “Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata”
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