sábado, 14 de septiembre de 2019

DÍA DE LA INDEPENDENCIA 2019


Todos los que nacimos en nuestro país y la mayoría de los nacidos en otras regiones del mundo que por su voluntad se han hecho ciudadanos de esta nación, celebramos cada día 16 de septiembre el inicio de la vida independiente del Estado mexicano desde hace 219 años. Sabemos que la lucha por lograr un país independiente no ha terminado, y que en este siglo XXI, deberá continuar de diversas maneras nuevas y diferentes.  .
Nuestra celebración este año, tiene un ambiente diferente, además de los sentimientos de amor a la patria, de unión entre todos los que lo formamos hay una nueva ESPERANZA de cambio nacional, un nuevo modo de conducir el ESTADO NACIÓN. Recordemos brevemente los sucesos que condujeron origen de esta fiesta nacional:
La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de la esclavitudJosé María Morelos y Pavón convocó a las provincias independentistas a conformar el Congreso de Anáhuac, que dotó al movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el movimiento se redujo a una guerra de guerrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la sierra Madre del Sur y en Veracruz.
La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquistas decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente Guerrero. Ambos proclamaron el Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España. Finalmente, la independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821.
Tras esto, Nueva España se convirtió en el Imperio Mexicano, una efímera monarquía católica que dio paso a una república federal en 1823, entre conflictos internos y la separación de América Central.
Después de algunos intentos de reconquista, incluyendo la expedición de Isidro Barradas en 1829, España reconoció la independencia de México en 1836, tras el fallecimiento del monarca Fernando VII.

¿Por qué la celebración de este año tiene un ambiente diferente?


Después de 36 años de elecciones con sospechas de ilegalidades, este 2018, tuvimos un sufragio reconocido por Gobierno saliente, la oposición y la mayor parte de la ciudadanía como legales, que ha llevado a la instalación de un Presidente que promete una CUARTA TRANSFORMACIÓN de la vida nacional, habla de que la primera transformación fue precisamente la Independencia. La segunda ocurrió en la guerra de Reforma, liderada por Don Benito Juárez García y la tercera por la Revolución Mexicana.
Todas estas evoluciones costaron al País millones de vidas, crisis económicas,  políticas y el retroceso del DESARROLLO NACIONAL. La propuesta de este cambio es la de una novedosa REVOLUCIÓN PACÍFICA.

También promete un cambio de sistema político y económico del capitalista neoliberal globalizado de los últimos 6 sexenios, hacia un régimen donde sean PRIMERO LOS POBRES; se respete tanto el PATRIMONIO NACIONAL como el CAPITAL PRIVADO, se privilegie el DESARROLLO EQUITATIVO de la población sobre la acumulación de bienes económicos a través de LA CORRUPCIÓN de GOBERNANTES Y PARTICULARES, volver a darle fuerza al Estado para lograr que se respeten las propiedades nacionales, empezando por LOS IMPUESTOS, LOS RECURSOS NATURALES como el petróleo, las playas y las CADENAS PRODUCTIVAS, lograr una EDUCACIÓN en la que los niños y jóvenes tengan un PISO PAREJO para que tengan más igual oportunidad de desarrollarse dentro de un marco de ÉTICA tanto de los gobiernos como de la gente. También pretende la pacificación del país que en las últimas décadas ha costado la perdida de vida y propiedades a mucha gente.


Si todas las pasadas GUERRAS DE TRANSFORMACIÓN fueron costosas y arduas, cruentas, la dificultad de lograr estos grandes cambios PACÍFICAMENTE es mucho más grande, requerirá de tiempo, serenidad, paciencia, perseverancia y de UN GRAN APOYO CIUDADANO.
Es por eso que se va cumpliendo, poco a poco la promesa de un GOBIERNO DE ESPERANZA, sabiendo que solo se logrará el iniciar el Movimiento de Regeneración Nacional; MORENA, en este sexenio como él mismo expresó.
Hoy tenemos un Presidente que aspira a gobernar como un ESTADISTA.


 ¿TENDREMOS ÉXITO?